• Un único Dios ISBN 9789873324383, y El observador ISBN 9789873324376
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  • Buenos Aires, Argentina
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La biblia y el pueblo elegido

El secreto


El secreto.
El universo.
La sincronicidad. Las teorías cuánticas aplicadas a la vida cotidiana.
Mucha confusión.
Llevamos dos mil años de historia después de Cristo y aún hay resabios politeístas, todavía se escuchan comentarios como: "yo creo en algo más grande que Dios", o "yo creo en el universo". ¿No es un anacronismo? Creer en el universo como rector de nuestras vidas es tan moderno como un dinosaurio, ¿qué diferencia hay entre el dios sol y el dios universo? ¿el tamaño? Si Dios es el creador de todo, es obvio que Dios crea los universos, no sólo éste, sino todos los universos. Por lo tanto ¿cómo puede haber algo más grande que Dios? A no ser que la idea de Dios sea de algo bastante pequeña, tal vez del tamaño del universo.
También coexiste toda una línea de creencias nuevas, que mezclan a la física cuántica con Dios. Regresamos a lo mismo, las partículas subatómicas y sus comportamientos, que describe la física de partículas, la física cuántica, simplemente describe una parte de la creación, no al creador.
Otra vez aquello que excede la mente del observador se convierte en Dios, ¿no lo habíamos superado? No, no, no, todavía no, pero ya falta menos, serán unos miles de años más y tal vez podamos creer en un sólo Dios y ya no necesitemos ídolos, o estatuas, o estampitas, y podamos ver en cada cosa una representación de Dios.
También contamos en estos últimos años con un nuevo credo del capitalismo liberal y su evangelio "El secreto" y su dios dinero, donde los marketineros de las multinacionales han creado el dogma exacto que reúne los requisitos de los productores, en los que los seres humanos son sólo consumidores, y llevan delante un gran cartel que dice: "Deseen Deseen". Frase que se transmite inmediatamente en "Compren Compren", así mantienen funcionando sus descomunales fábricas contaminantes; y, genialmente, lo nombraron "El secreto" para, subliminalmente, hacer que todos se lo cuenten a alguien. Pero eso no termina allí, no es sólo deseo y compra, sino que detrás de ello viene la frustración por no poder comprar, y la presión que sienten muchos al no poder alcanzar el molde de belleza y riqueza impuesto. Además, los que no llegan, simplemente son excluidos; si no pueden comprar, no sirven, pero igual se los mantiene en la periferia para que sigan deseando, así, la esperanza de que algún día tendrán, los mantiene quietos. Estos genios capitalistas han hecho un maravilloso "rejunte" de ciencia y tecnología, con sentimientos egoístas, física cuántica, y abandono de la culpa por el deseo. El lema es: no tengas culpa, desea, desea, el universo te lo va a dar porque te lo mereces, todo está en tu mente, no hay dios, no hay consecuencias.

Dice el Bhagavad Gita libro sagrado del hinduismo:
"Quien extirpa todo deseo y vive libre de egoísmo, aflicción y vanidad, obtiene la suprema paz." Bhagavad Gita 2:71
"Tanto el camino de la renuncia, como el camino de la acción desinteresada, nos llevan al estado de la Dicha Suprema. Sin embargo, de los dos, es mejor el camino de la acción con desapego que el de la mera renuncia. Como auténtico renunciante, se considera a aquél que nada desea y que nada aborrece. Pues aquél que no se ve afectado por los paros de opuestos, pronto ha de encontrar su liberación. Sólo el ignorante, y nunca el sabio, considera que la renuncia a la acción y la adoración mediante las obras puras son dos cosas diferentes. Cuando uno se entrega con toda su alma a uno de estos dos caminos, con seguridad alcanza la meta a la que ambos conducen. Aquéllos que hacen vida de renuncia logran la misma victoria que los que actúan con desapego. Entiende, pues, que el sabio es aquél que no hace diferencias entre la renuncia a la acción y la acción con desapego. Ambas coexisten, pues tienen la misma esencia. Pero sin practicar el Yoga de la acción pura, muy difíciles, oh Arjuna, hacer vida de renuncia. Cuando un sabio logra entregarse a la acción libre de apego, pronto ha de alcanzar la unión con Dios. Las acciones no pueden atar al hombre de corazón puro, que tiene sus sentidos en armonía y ha entregado su voluntad a la fuerza que le da vida. Su alma vive en la conciencia de unidad con todo lo que existe. El hombre que está en armonía y que ha sido iniciado en la visión interior de la verdad, con certeza piensa: "Yo no hago riada". Pues cuando ve, o huele, o toca, u oye, o come, o duerme, o anda, o respira. O cuando habla o toca cosas, o las suelta, incluso cuando abre o cierra sus ojos, él siempre recuerda: "Son tan sólo los sirvientes de mi alma que, siguiendo sus órdenes, ejecutan acciones". Ofrece a Dios todas sus acciones, y realiza tu trabajo libre de todo deseo egoísta. Así, libre estarás del alcance del pecado; al igual que las aguas mugrientas no pueden alcanzar las hojas del loto, pues siempre flotará sobre ellas." (Bhagavad Gita capitulo 5:2-10).
"El devoto que renuncia al fruto de sus acciones, consigue la paz eterna. Por el contrario, el hombre que, acuciado por sus deseos y carente de devoción, busca la recompensa de sus acciones, de este modo se encadena a la esclavitud del apego a los resultados. Aquella alma realizada que ha entregado su mente, desapegándola de todo resultado, y que descansa en la dicha de la paz que encuentra dentro del castillo de nueve puertas (que es su cuerpo), jamás actuará por egoísmo, ni inducirá a otros a actuar así." (Bhagavad Gita capitulo 5:12-13)

Aquel que se aplica a lo que debe ser evitado y no se aplica a lo que debe ser obtenido y abandona su búsqueda, abocándose a los placeres, envidiará al que ha procedido de modo contrario.
No identificarse con lo que es agradable ni identificarse con lo que es desagradable; no mirar a lo que es placentero ni a lo que es displacentero, porque en ambos lados hay dolor.
Evita la identificación con lo querido, porque la separación de ello representa dolor; las ataduras no existen para aquel que no hace diferencias entre querido y no querido.
Del placer nace el sufrimiento; del placer nace el miedo. Para aquel totalmente libre de placer no hay dolor, y mucho menos miedo.
Del deseo surge el dolor; del deseo surge el miedo. Para aquel que está libre de deseo ni hay dolor ni mucho menos miedo.
Del apego surge el sufrimiento; del apego surge el miedo. Para aquel que está libre de apego ni hay dolor ni mucho menos miedo.
De la avidez surge el sufrimiento; de la avidez surge el miedo. Para aquel que está libre de avidez ni hay dolor ni mucho menos miedo.
Del aferramiento surge el sufrimiento; del aferramiento surge el miedo. Para aquel que esta libre de aferramiento ni hay dolor ni mucho menos miedo.
El que es perfecto en virtud y Visión Cabal está establecido en la Doctrina, dice la verdad y cumple su deber y es venerado por la gente.
El que ha desarrollado el anhelo por lo Incondicionado tiene la mente motivada y no condicionada por los placeres materiales, es denominado uno que No-retorna. Dhammapada - Buda (Capítulo 16: Apego, 209:218)
 

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