• Un único Dios ISBN 9789873324383, y El observador ISBN 9789873324376
  • por Alberto Canen, todos los derechos reservados, copyright 2010-2018
  • Buenos Aires, Argentina
  • editor@albertocanen.com.ar
Home El Genesis El origen del monoteismo El Diluvio Abraham Los hebreos en Egipto El Exodo Jueces Reyes La diaspora El Mesias Videos Librerias Cordero de Dios El Tetramorfo Preguntas frecuentes sobre espiritualidad Preguntas frecuentas acerca de los libros Articulos de Genesis y Ciencia Libros electronicos Audio libro Solicite su copia impresa Permisos licencias y limitaciones Prensa El autor Contáctenos

Descarga el libro EL OBSERVADOR de Alberto Canen

El genesis y la ciencia

Descarga el libro UN ÚNICO DIOS de Alberto Canen

La biblia y el pueblo elegido

El Exodo


El Exodo, la salida de los hebreos de Egipto
Finalmente, el pueblo israelita sale de Egipto.
Habían estado allí cuatrocientos treinta años, exactos.
Al partir eran seiscientos mil. Recordemos que al entrar a Egipto eran sólo setenta (70).
Lo que Dios le había dicho a Abraham se había cumplido.
Ahora Él los libera de la opresión de Egipto, donde los había hecho crecer y multiplicarse. Ahora, además de salir de allí como un pueblo numeroso, se llevaban todo el oro y la plata de Egipto, ya que Dios había hecho que los egipcios le regalasen todos los objetos de oro y plata a los israelitas.
Así que Egipto queda, desolado, pobre y destruido anímicamente, sus niños habían muerto. Las diez plagas habían sido tremendamente devastadoras.

¿Cómo se vería esto desde afuera?, ¿desde los otros pueblo de alrededor? Porque había otros pueblos en la región, que eran testigos atónitos de lo que ocurría.
Cuando leemos la Biblia, nos da la impresión de que están solos, los israelitas y los egipcios, y que no hay nadie más, pero no es así. Allí hay mucha gente, mucha gente que mira lo que pasa, mucha gente que comenta, mucha gente que ha empezado a descartar sus ídolos de piedra, mucha gente que ha adoptado a Yahveh, el dios de los israelitas.
Y eso que esto recién empezaba...

"El mismo día que se cumplían los 430 años, salieron de la tierra de Egipto todos los ejércitos de Yahveh." (Éxodo 12:41-42).
Esta frase en particular es fundamental para entender la Biblia: "los ejércitos de Yahveh". Vamos a encontrar la explicación o el motivo a esto cuando veamos la marcha por el desierto del pueblo elegido.

EL ÉXODO, UNA "CAMINATA" EN EL DESIERTO

Y salieron.
"Cuando Faraón dejó salir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más corto; pues se dijo Dios: "No sea que, al verse atacado, se arrepienta el pueblo y se vuelva a Egipto". Hizo Dios dar un rodeo al pueblo por el camino del desierto del mar de Suf. Los israelitas salieron bien equipados del país de Egipto." (Éxodo 13:17-19).

Este párrafo nos muestra que Dios sabía muy bien, obviamente, con que "bueyes araba", digamos, con qué gente contaba. Tenía la certidumbre de que no podía confiar plenamente en ellos, en su pueblo elegido. Sabía que este pueblo podía flaquear y arrepentirse ante las vicisitudes y ante el menor escollo optaría por dar la vuelta y retornar a Egipto.
Si eso hubiese ocurrido, todo este esfuerzo, y esos años de preparación no iban a servir de nada, es mas, hubiese sido un desastre en función de lo que Dios buscaba como resultado final.
¿Se imaginan a los israelitas volviendo con la cabeza gacha a Egipto? No., impensable.

"Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de noche. No se apartó del pueblo ni la columna de nube por el día, ni la columna de fuego por la noche." (Éxodo 13:21-22).

Esto es sencillamente espectacular. Comprobamos que, a partir de las plagas de Egipto, sus muestras de poder son para todos, para que todos lo vean, y lo vean desde lejos.
Me imagino el terror que esta columna de fuego, y la columna de humo, provocaría en el corazón de los pueblos que sabían que estaban en el camino que recorrerían los israelitas.
Porque los israelitas se dirigían hacia un lugar en particular y, en ese camino, había aldeas, caseríos. El desierto que atravesaban no estaba vacío. No, todo lo contrario, había muchos pueblos, mucha gente; y esos pueblos, ahora, no sabían dónde esconderse.
El ejército de Dios venía, y eran seis cientos mil. Si no habías sido puro y correcto era mejor que empezaras a correr.

¿Por qué "ejército"?, ¿qué es esto del "ejército de Dios"? Sí., yo me pregunté lo mismo. No entendí al principio de qué se trataba, pensé: ¿será que junto con los israelitas existían ángeles de Dios?, ¿será que estaban acompañados por alguien más, de quien no se hablaba?
No, no era eso. El pueblo de Israel ERA el ejército, ellos iban a ser la mano armada de Dios y su ejército de ocupación, y esta caminata por el desierto, en realidad, era una campaña de erradicación. Dios salía de campaña, con seiscientos mil hombres, mujeres y niños, a erradicar a los dioses falsos - la idolatría -, y a imponer orden y nuevas reglas a los otros pueblos. Salía de campaña de evangelización forzada, fue la primera campaña de evangelización de la historia.

Si las campañas de evangelización de la Iglesia Católica nos han parecido, en algún momento, fuertes, durante la Edad Media, en América, y en otros muchos lugares y tiempos. ésta, la de los israelitas en el desierto, iba a ser monumental.
Era la típica acción militar de "tierra arrasada".
Ya veremos cómo se fueron sucediendo los hechos.

Sí, me olvidaba. Los egipcios persiguieron a los israelitas...
"Habló Yahveh a Moisés, diciendo: "Di a los israelitas que se vuelvan y acampen frente a Pi Hajirot, entre Migdol y el mar, enfrente de Baal Sefón. Frente a ese lugar acamparéis, junto al mar. Faraón dirá de los israelitas: "Andan errantes en el país, y el desierto les cierra el paso". Yo endureceré el corazón de Faraón, y os perseguirá; pero yo manifestaré mi gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Yahveh". Así lo hicieron. Cuando anunciaron al rey de Egipto que había huido el pueblo, se mudó el corazón de Faraón y de sus servidores respecto del pueblo, y dijeron: "¿Qué es lo que hemos hecho dejando que Israel salga de nuestro servicio?" Faraón hizo enganchar su carro y llevó consigo sus tropas. Tomó seiscientos carros escogidos y todos los carros de Egipto, montados por sus combatientes. Endureció Yahveh el corazón de Faraón rey de Egipto, el cual persiguió a los israelitas, pero los israelitas salieron con la mano alzada. Los egipcios los persiguieron: todos los caballos, los carros de Faraón, con la gente de los carros y su ejército; y les dieron alcance mientras acampaban junto al mar, cerca de Pi Hajirot, frente a Baal Sefón. Al acercarse Faraón, los israelitas alzaron sus ojos, y viendo que los egipcios marchaban tras ellos, temieron mucho los israelitas y clamaron a Yahveh. Y dijeron a Moisés: "¿Acaso no había sepulturas en Egipto para que nos hayas traído a morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros sacándonos de Egipto? ¿No te dijimos claramente en Egipto: Déjanos en paz, queremos servir a los egipcios? Porque mejor nos es servir a los egipcios que morir en el desierto". Contestó Moisés al pueblo: "No temáis; estad firmes, y veréis la salvación que Yahveh os otorgará en este día, pues los egipcios que ahora veis, no los volveréis a ver nunca jamás. Yahveh peleará por vosotros, que vosotros no tendréis que preocuparos"." (Éxodo 14:1-14).

Cuánta razón tenía Dios en no confiar en su pueblo. Ya habían comenzado los reclamos: "estábamos tan bien en Egipto", "para que nos trajiste a morir al desierto". Y esto iba a repetirse miles de veces, y Dios se iba a enojar, y se iba a enojar mucho.

Descarga el libro EL OBSERVADOR de Alberto Canen

El genesis y la ciencia

Descarga el libro UN ÚNICO DIOS de Alberto Canen

La biblia y el pueblo elegido