• Un único Dios ISBN 9789873324383, y El observador ISBN 9789873324376
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La biblia y el pueblo elegido

Muerte de Josue


El último discurso de Josué

"Sucedió, mucho tiempo después de que Yahveh concediera a Israel la paz de todos los enemigos de alrededor, -Josué era ya viejo y avanzado en días- que Josué convocó a todo Israel, a sus ancianos, sus jefes, sus jueces, sus escribas y les dijo:
"Yo ya soy viejo, avanzado en días; y vosotros habéis visto todo lo que Yahveh, vuestro Dios, ha hecho en atención a vosotros con todos estos pueblos; pues Yahveh vuestro Dios era el que combatía por vosotros. Mirad, yo os he dado por suertes, como heredad para vuestras tribus, esos pueblos que quedan por conquistar, así como todos los pueblos que yo exterminé desde el Jordán hasta el mar Grande de occidente. Yahveh mismo, vuestro Dios, los arrojará delante de vosotros, los expulsará de delante de vosotros, y vosotros tomaréis posesión de su tierra, como os lo ha prometido Yahveh vuestro Dios.
"Esforzaos mucho en guardar y cumplir todo lo que está escrito en el libro de la Ley de Moisés, no apartándoos de ella ni a la derecha ni a la izquierda, no mezclándoos con esos pueblos que quedan todavía entre vosotros. No recordaréis el nombre de sus dioses ni juraréis por ellos, no les serviréis ni os postraréis ante ellos, sino manteneos unidos a Yahveh vuestro Dios, como habéis hecho hasta el día de hoy. Yahveh ha arrojado de vuestra presencia a pueblos numerosos y fuertes, y nadie os ha podido resistir hasta el presente. Uno solo de vosotros perseguía a mil, porque Yahveh mismo, vuestro Dios, peleaba por vosotros, como os lo había prometido. Tendréis buen cuidado, por vuestra vida, de amar a Yahveh vuestro Dios.
"Pero si os desviáis y os unís a ese resto de naciones que quedan todavía entre vosotros, emparentáis con ellas y entráis en tratos con ellas, tened por sabido que Yahveh vuestro Dios no seguirá arrojando de delante de vosotros a esos pueblos; serán para vosotros red, lazo, espinas en vuestros costados y aguijones en vuestros ojos, hasta que desaparezcáis de esta espléndida tierra que os ha dado Yahveh vuestro Dios". (..)" (Josué 23:1-13).

Aquí se da la orden de no mezclarse y se respeta. Ya lo leímos antes: para esta historia, es muy importante mantener la cadena de sangre intacta, ¿pero intacta?, ¿intacta hasta cuándo? y ¿por qué? Ya se revelará, esta máquina está a pleno funcionamiento y no va a detenerse.


Muere Josué

"Entonces Josué dijo al pueblo:
"No podréis servir a Yahveh, porque es un Dios santo, es un Dios celoso, que no perdonará ni vuestras rebeldías ni vuestros pecados.
Si abandonáis a Yahveh para servir a los dioses del extranjero, él a su vez traerá el mal sobre vosotros y acabará con vosotros, después de haberos hecho tanto bien". El pueblo respondió a Josué: "No; nosotros serviremos a Yahveh". Josué dijo al pueblo: "Vosotros sois testigos contra vosotros mismos de que habéis elegido a Yahveh para servirle". Respondieron ellos: "¡Testigos somos!" - "Entonces, apartad los dioses del extranjero que hay en medio de vosotros e inclinad vuestro corazón hacia Yahveh, Dios de Israel". El pueblo respondió a Josué: "A Yahveh nuestro Dios serviremos y a sus voz atenderemos".
Aquél día, Josué pactó una alianza para el pueblo; le impuso decretos y normas en Siquem.
Josué escribió estas palabras en el libro de la Ley de Dios. Tomó luego una gran piedra y la plantó allí, al pie de la encina que hay en el santuario de Yahveh.
Josué dijo al todo el pueblo: "Mirad, esta piedra será testigo contra nosotros, pues ha oído todas las palabras que Yahveh ha hablado con nosotros; ella será testigo contra vosotros para que no reneguéis de vuestro Dios".
Josué despidió al pueblo cada uno a su heredad.
Después de estos acontecimientos, murió Josué, hijo de Nun, siervo de Yahveh, a la edad de 110 años." (Josué 24:19-29).

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