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Wadi Al Hitan
TIENEN MÁS DE 40 MILLONES DE AÑOS
Ballenas en el desierto
La depresión de Wadi Rayan es uno de los conjuntos más ricos en fósiles marinos
Tienen nada menos que 40 millones de años
Imagen del esqueleto fosilizado de una ballena en Wadi al Hitan. (Foto: EFE)
Javier Otazu (EFE)
AL FAYUM (EGIPTO).- Es lugar común oír que casi toda la Tierra estuvo cubierta
por los océanos, pero pocos saben que en lugares tan áridos como el desierto del
Sáhara nadaron un día hasta las ballenas. Sus esqueletos, fosilizados, son la
prueba palpable. Tienen nada menos que 40 millones de años.
Estos esqueletos se encuentran a 200 kilómetros al suroeste de El Cairo, en la
depresión de Wadi Rayan (provincia de Al Fayum), que es uno de los conjuntos más
ricos del mundo en fósiles marinos: todo tipo de conchas, caracolas, erizos y
estrellas de mar, cangrejos, tortugas y dientes de tiburón.
Los fósiles han sobrevivido casi intactos gracias al extraordinario poder
conservador de la arena, la misma que ha permitido también la recuperación de
numerosos templos faraónicos sencillamente sepultados entre las dunas durante
siglos.
El llamado Valle de las Ballenas, o Wadi al Hitan en árabe, es sólo una esquina
de los 1.759 kilómetros cuadrados que ocupa Wadi Rayan, pero la existencia de
estos esqueletos fósiles y su paisaje único hicieron que en 2005 la UNESCO lo
declarase Patrimonio Natural de la Humanidad.
Hace solo cuatro años, recorrer el valle con todoterrenos era diversión
frecuente en los fines de semana entre la comunidad de expatriados en Egipto, y
en más de una ocasión ha habido quien se ha llevado cual trofeo de caza una
vértebra fósil de ballena para decorar su salón.
Pero desde la inclusión del valle en el listado de la UNESCO, las autoridades
egipcias cerraron todos los accesos con hileras de piedras, impusieron una
tarifa de acceso y crearon una unidad de 28 guardias equipados con "jeeps"
encargados de recorrer sus confines en busca de infractores.
Junto a esto, construyeron una pista de arena a la que se accede desde el
asfalto y que es transitable para cualquier tipo de vehículo, para poder entrar
en el valle sólo desde un trazado bien delimitado. Los egipcios, generalmente
temerosos del desierto, pueden acercarse ahora a hacer pic-nic en una sencilla
excursión de un día.
Un paisaje estremecedor
El desierto y los fósiles, conservados durante milenios en el secreto que
garantiza la arena, se han convertido en una atracción turística más de Egipto,
si bien dista mucho de tener la popularidad de las ruinas faraónicas o de los
corales del Mar Rojo.
Y eso que el paisaje del Valle de las Ballenas es sobrecogedor: surgidos como
hongos de entre la arena, montículos de formas caprichosas se elevan contra un
cielo libre de nubes. El viento, que ha modelado el desierto y creado las dunas,
ha dibujado extrañas cavidades en las rocas del valle.
Los esqueletos de las ballenas no son el único vestigio del Eoceno, también
pueden verse manglares fosilizados, que fueron los que permitieron que hubiera
una fauna tan rica en las orillas del Mar de Tethis, el enorme océano que cubría
gran parte de lo que hoy es desierto.
Las ballenas del Wadi al Hitan fueron descubiertas a principios del siglo XX y
bautizadas como "Zeugledon", aunque más tarde se establecieron en realidad
cuatro especies distintas de estos cetáceos, la mayor de ellas de hasta 21
metros de longitud.
Lo más curioso desde el punto de vista científico es que a través de sus
esqueletos se ha confirmado que estas ballenas poseían pequeñas patas que
sobresalían apenas del vientre y que demuestran que estos mamíferos descendían
en realidad de antepasados terrestres.
Cuando la tierra fue cubierta por las aguas, las ballenas sencillamente
adaptaron su cuerpo y perdieron poco a poco unas patas que ya no tenían ninguna
función.
Luego, cuando las aguas se retiraron hasta el Mediterráneo y su hábitat se
transformó en desierto, ya era demasiado tarde: las ballenas quedaron varadas
entre las arenas del Sáhara y esta vez sólo pudieron convertirse en fósiles.
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/04/17/ciencia/1208429313.html